2.2.5.1 El vaciado de la vejiga Listen

El vaciado de la vejiga es controlado por reflejos. A medida que la orina llega a la vejiga, empieza a producirse tensión y esto desencadena un reflejo que inhibe la contracción de la vejiga, estimula el cierre del esfínter interno y la contracción del externo. En otras palabras, el llenado de la vejiga activa un mecanismo de cierre para evitar el vaciado,

Cuando aproximadamente unos 200 ml de orina se han almacenado en la vejiga, se envían impulsos nerviosos al sistema nervioso central desencadenando la sensación de necesidad de orinar y se inician contracciones en la vejiga. Si la corteza cerebral manda la señal, las neuronas parasimpáticas de la protuberancia estimulan la contracción de la vejiga (músculo detrusor), se abre el esfínter interno, se inhibe el externo y sale la orina.

La corteza también puede inhibir la señal y, entonces, el reflejo que inicia las contracciones en la vejiga cesa tras unos minutos y la orina sigue siendo recolectada en la vejiga. Tras unos 200 – 300 ml, el reflejo de la micción es de nuevo activado. Si el córtex vuelve a rechazar la orden, se repite el mismo ciclo. Tarde o temprano, el reflejo primará sobre la voluntad del córtex