Los riñones regulan el equilibrio hidroelectrolítico en el cuerpo produciendo orina diluida o concentrada según sea necesario.
En numerosas ocasiones, hemos podido constatar el hecho de que si bebemos continuamente sorbos de agua de una botella durante todo el día, se produce la necesidad de orinar, y cada vez que se orina, se puede observar que la orina producida es clara. De forma contraria, si no se bebe durante varias horas, no se experimenta una necesidad urgente de orinar y, cuando se orina, la orina producida es más oscura de lo habitual.
En el primer caso, la orina es más diluida, es una orina que contiene pocos electrolitos y pocos productos de desecho en relación a la cantidad de agua. El cuerpo elimina el exceso de agua cuando bebemos una cantidad de líquido relativamente alta y el poco producto de desecho que hay está muy diluido.
En el segundo caso, el cuerpo necesita conservar agua. Como continuamente perdemos agua a través de la piel y por la respiración, los riñones trabajan para reabsorber la mayor parte del agua en el filtrado. Al mismo tiempo, el cuerpo produce productos de desecho que necesitan ser eliminados por los riñones, así que estos producen una orina concentrada, con muchos solutos, incluyendo productos de desecho y electrolitos con la menor cantidad de agua posible.
Los términos “diluida” y “concentrada” son relativos; en este contexto fisiológico es una cuestión de concentración relativa al plasma.
El punto de inicio para la producción de orina diluida o concentrada lo hemos descrito anteriormente al hablar de reabsorción tubular. Cuando el filtrado llega a los túbulos distales, la mayor parte del agua y los electrolitos han sido ya reabsorbidos y el filtrado es más diluido que el que llega a las nefronas. Esto significa que los riñones han producido orina diluida. Si no se procesa más, será orina diluida que irá a parar a la vejiga.
Sin embargo, si las circunstancias requieren que los riñones produzcan orina concentrada, que significa que el cuerpo está en un estado donde el nivel de líquido es relativamente bajo y la concentración de electrolitos es relativamente alta, la hipófisis segrega HAD, que actúa en los conductos colectores de las nefronas y aumenta la absorción de agua. El incremento en la absorción de agua hace que el filtrado se vuelva cada vez más concentrado desde que pasa por los conductos colectores hasta la médula renal. De la misma forma, los riñones producen orina concentrada. La HAD es segregada por la hipófisis sólo si la concentración de electrolitos en sangre excede la concentración fisiológica.
Así, utilizando la HAD, el riñón pasa de producir orina diluida a orina concentrada.