El cuerpo está compuesto en un 60% de agua. Esta está distribuida en tres compartimentos líquidos: plasma, espacio extracelular y espacio intracelular. En estos compartimentos hay sustancias como electrolitos, azúcares, aminoácidos, otros ácidos y varias proteínas que están distribuidas de manera desigual. El cuerpo cambia constantemente sus niveles de agua y electrolitos a través del sudor, las heces y la orina y, mediante la ingesta de líquidos y alimento, el contenido de agua y electrolitos es cuidadosamente regulado y controlado.
Un ácido es una sustancia que libera iones hidrógeno (H+). Una de las moléculas más importantes del cuerpo que neutraliza estos iones de hidrógeno es el bicarbonato (HCO3–). Los ácidos existen en el cuerpo como resultado del metabolismo y absorción de nutrientes a través del intestino, y la regulación del bicarbonato es importante para equilibrar el nivel de ácido.
Los riñones juegan un papel muy importante en la regulación ácido-base.